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Las dos plantas industriales detuvieron su actividad hace 2 años y si se concreta la demanda judicial peligrarían las fuentes laborales de 700 operarios, que están en el seguro de paro.
La noticia se conoció a través del diario El Observador. Informó que un grupo de acreedores de los frigoríficos Rondatel y Lorsinal -ubicados en Rosario y en el área rural de Montevideo, respectivamente-, que pertenecen al grupo chino Sundiro Holding, entabló una demanda judicial con el objetivo de cobrar lo que se les debe, lo que puede derivar a corto plazo en que la empresa no pueda hacer frente a ello y se presente a concurso de acreedores.
La actividad en ambas plantas sigue detenida desde hace un año, afectando a unos 700 trabajadores, remitentes de ganado y otros proveedores.
La novedad fue informada a El Observador por Martín Cardozo, presidente de la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (Foica), tras una instancia tripartita desarrollada este lunes.